Ocasionalmente irreverente, frecuentemente desviada y siempre brillante, el difunto Alexander McQueen fue un diseñador cuyo legado no debe pasarse por alto ni ser subestimado. Desde modelos de vestimenta subversiva y producciones extravagantes hasta cámaras robóticas y estampas futuristas de reptiles, el dramático espectáculo de McQueen se recibió con aclamación editorial, entusiasmo en la industria y aprobación de celebridades de artistas como Lady Gaga, Sarah Jessica Parker y Nicole Kidman.